España cuenta con uno de los parques inmobiliarios más envejecidos de Europa, con 26 millones de viviendas, de las cuales el 80% son consideradas ineficientes energéticamente, recibiendo calificaciones energéticas E, F o G. Esta situación genera un elevado consumo energético, y según la nueva Directiva Europea EPBD de Eficiencia Energética, se limita la letra E como la peor calificación posible en enero de 2030 y la letra D en enero de 2033.
Fuente: Gobierno de España – Informe Certificación Energética Diciembre 2022
Es improbable que logremos construir una sociedad resiliente sin una edificación sostenible. Este tipo de edificación se caracteriza por ser eficiente en el uso de recursos como la energía, el agua y los materiales, por ser saludable para sus habitantes y por reducir el impacto ambiental, maximizando al mismo tiempo los beneficios. Sin embargo, en España, actualmente, menos del 1% de las construcciones cumplen con estos criterios.
La salud en las edificaciones
En España, se estima que pasamos entre el 80% y el 90% de nuestro tiempo en interiores, lo que subraya la importancia de crear espacios saludables para sus ocupantes. Los edificios saludables están diseñados para optimizar la calidad del aire interior, garantizar el confort térmico y acústico, y emplear materiales no tóxicos. Estos factores ayudan a prevenir enfermedades respiratorias, reducir el estrés, y mejorar la calidad del sueño. Además, un entorno bien diseñado puede fomentar la actividad física y la socialización, elementos fundamentales para la salud mental.
Impacto ambiental del sector de la construcción
El sector de la construcción en España es responsable del 30,1% del consumo de energía final y del 25,1% de las emisiones de dióxido de carbono. Dentro de este sector, el 55% del parque edificado es anterior a 1980 y el 21% cuenta con más de 50 años, lo que agrava la situación de ineficiencia energética.
El sector inmobiliario en España enfrenta un reto significativo para alinearse con los objetivos de descarbonización establecidos en el Pacto Verde Europeo. El 60% de los inmuebles en el país se construyeron sin aislamiento térmico, lo que provoca un 40% del consumo energético de estos edificios. La mayoría de estas construcciones preceden al Código Técnico de la Edificación, implementado en 2006. Para cumplir con los objetivos europeos, España necesita rehabilitar 1,2 millones de viviendas para 2030 y 7 millones para 2050, además de promover la construcción de nuevos edificios sostenibles.
Iniciativas para la rehabilitación
El Gobierno español, a través de diferentes programas y fondos, está impulsando la rehabilitación energética de edificios para reducir su huella de carbono y mejorar la eficiencia energética. Uno de los programas destacados es el PAREER-CRECE, junto con el Fondo JESSICA-FIDAE, gestionados por el IDAE. Además, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) incluye una inversión de 6.820 millones de euros para la rehabilitación del parque edificado en España, con el objetivo de ejecutar 510,000 actuaciones de rehabilitación hasta el segundo trimestre de 2026. Este plan busca multiplicar por diez la actividad de rehabilitación para 2030, alcanzando las 300.000 viviendas anuales.
Principios de la sostenibilidad en la edificación
Como hemos visto hasta ahora, para construir una sociedad resiliente y abordar los desafíos ambientales, es importante que la edificación siga unos principios sostenibles. Estos son los siguientes:
- Uso responsable del suelo: minimizar la ocupación del suelo y evitar la degradación del entorno natural.
- Integración con el entorno natural: respetar y adaptarse al paisaje, promoviendo la biodiversidad y evitando la fragmentación de los ecosistemas.
- Diseño bioclimático: optimizar el diseño del edificio para aprovechar las condiciones climáticas locales, reduciendo la necesidad de energía para calefacción, refrigeración y ventilación.
- Autosuficiencia energética: generar la energía necesaria a partir de fuentes renovables, reduciendo el consumo energético y las emisiones de carbono.
- Sistema constructivo sostenible de bajo impacto medioambiental haciendo un uso eficiente de los recursos y materiales renovables.
- Huella ecológica nula o mínima: diseñar y construir con el objetivo de minimizar el impacto ambiental durante todo el ciclo de vida del edificio, teniendo también en cuenta acciones de economía circular.
- Confort y bienestar de los ocupantes: garantizar condiciones saludables, confort térmico, acústico y de iluminación natural.
- Participación comunitaria y contexto cultural: fomentar la integración social y cultural, promoviendo un entorno construido que responda a las necesidades locales.
La adopción de estos principios sostenibles en la construcción es esencial para reducir el impacto ambiental del sector y garantizar el bienestar de los habitantes. Es necesario avanzar hacia un modelo de construcción que sea respetuoso con el entorno y beneficioso para la sociedad.